Después del anuncio que hizo Hacienda el 26 de julio, acerca de la recompra de los bonos que vencen en enero de 2023 y en enero de 2025, y que suman $1,600 millones los precios de los bonos de El Salvador subieron un 15 % en el mercado, reporta el informe del Grupo EMFI.
«El Salvador fue el de mejor desempeño del mes, recuperándose de una posición de sobreventa cuando el gobierno anunció un programa de recompra voluntaria en el mercado secundario», detalla el Grupo financiero.
Grupo EMFI venía advirtiendo desde febrero pasado, sobre la caída de los precios de los bonos soberanos que llegaron a cotizarse hasta por un 16 % de su valor. Además, estos fueron en abril los de peor desempeño del mundo, incluso abajo de los de Ucrania. A pesar del alza de precio de las últimas semanas, si se compara de julio 2021 a julio de este año, estos han perdido un 43.9 % de su valor.
Muchos se preguntan qué porqué el Gobierno no compró su propia deuda cuando los bonos aun estaban a precios bajos.
En una nota de Bloomberg, Ramiro Blázquez, jefe de investigación y estrategia en BancTrust, señalaba que «que el gobierno habría obtenido mejores resultados en términos de ahorro de recursos si hubiera realizado la recompra de manera encubierta».
Pero, recomprar no es tan fácil y por ello el gobierno necesita tiempo para definir el banco de inversión para estructurar la recompra y que se respeten los acuerdos contractuales definidos en cada una de las emisiones, explican los economistas.
«Desde el punto de vista financiero, quizás hubiera sido la mejor opción (comprar antes); pero el detalle es que hay aspectos jurídicos que respetar, ya que al final es no honrar las obligaciones contractuales, porque el compromiso como Estado era en enero de 2023 pagar el 100 % de lo que prestaron. Y por ello el Ministro de Hacienda, ha insistido en que es una compra ‘transparente y voluntaria’», explica el economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), Ricardo Castaneda.
Aunque la medida, podría haber sido incentivada, explica, por una mejora de la imagen del riesgo país.
Estrategia de imagen
«Ya la imagen país estaba sumamente deteriorada, y había un consenso de las diferentes entidades financieras y analistas que El Salvador era el país a nivel mundial que estaba en una peor posición; el perfil de riesgo estaba subiendo; y ellos con esta medida lo que hacen es sacudir el tablero», explica Castaneda.
Y así la primera reacción de los mercados financieros fue una subida del precio de los bonos y una caída del perfil del riesgo. Aunque para el economista, eso «solo duró un día».
Por ejemplo, el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), cayó, de 27.65 % el 25 de julio a 22.65 % el 26 de julio que se hizo el anuncio, y el 27 bajó aún más a 23.62 %; pero desde ese día volvió a subir y hasta el viernes 5 de agosto este había llegado a los 25.91 %
¿Porqué esta reacción? Según indica el economista del ICEFI, al meter los dos bonos (que suman $1,600 millones) hay que comprobar al mercado que el país cuenta con esos fondos y cuáles son las fuentes de financiamiento y «ahí los números no dan».
«Un préstamo de $200 millones del BCIE, 360 millones de Derechos especiales de Giro y $100 millones del Banco Mundial (para comprar vacunas)… y eso no suma, ni siquiera los $800 millones», detalla.
Una nota del banco de inversión Barclays, señalaba que la intención de la recompra de parte del gobierno «reafirma su disposición a pagar»; pero «los parámetros de la oferta están pendientes y las fuentes de financiamiento para completar la transacción aún no están claras», detalla. «Se necesitaría más información para evaluar la capacidad para hacerlo. Por ahora, es posible que tengan suficientes recursos para comprar una parte significativa de los bonos de 2023, pero comprar los de 2025 parece más desafiante».
«Con el anuncio, los bonos suben y el perfil del riesgo baja, pero al siguiente día los mercados dicen ‘a ver, el dinero de dónde exactamente lo van a sacar’. Por eso los otros bonos, siguen bajando… y eso lo que denota es que el gobierno no ha resuelto su problema financiero… ¿de dónde va a sacar toda esa cantidad de dinero?», recalca Castaneda.
El análisis publicado ayer por el Grupo EMFI, detallaba que las necesidades de financiamiento de El Salvador sumaban $1,766 millones. Eso sin tomar en cuenta los fondos para la «recompra» de los bonos 2023 y 2025.