27.7 C
Panama
23.2 C
Costa Rica
31.8 C
El Salvador
24.9 C
Guatemala City
24.7 C
Honduras
37.3 C
Nicaragua

FMI mantiene en 1.7 % su previsión de crecimiento para El Salvador en 2023

Empresas

El Fondo Monetario Internacional (FMI) reafirmó esta semana que la economía de El Salvador solo crecerá un 1.7 % este año. Esta es la misma proyección que el organismo divulgó en su informe de perspectivas económicas en octubre recién pasado.

Esta estimación ubica a El Salvador como el país que menos crecerá en el istmo centroamericano, pues el crecimiento de sus vecinos rondará entre el 2.9 % y el 4.3 % en el 2023, según las previsiones del FMI.

En enero pasado, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez, informó que la entidad espera que El Salvador crezca entre un 2 % y un 3 % este año, sobre todo por factores internos como «la mejora de la seguridad, el turismo y la inversión».

Similar al FMI, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) espera que la economía salvadoreña crezca un 1.6%, mientras que el Banco Mundial sitúa el dato en un 2 %.

Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), recuerda que en el 2022, El Salvador fue también el país con menos crecimiento en Centroamérica, con un 2.6 %, de acuerdo con los cálculos del FMI. El BCR publicará el dato oficial en los próximos meses.

¿Por qué el país crece poco?

Castaneda explica que hay varias razones: la primera está relacionada con problemas estructurales, pues en las últimas tres décadas el país es el que menos ha crecido en toda la región centroamericana; y factores internacionales como la desaceleración de la economía de Estados Unidos y la Unión Europa.

«Pero estos factores internacionales igual afectan al resto de países, entonces ¿dónde está la diferencia? La diferencia está en poca capacidad que está teniendo el gobierno salvadoreño de poder atraer inversión extranjera (IED)», responde Castaneda. En este último punto, El Salvador también está a la zaga en el istmo. En 2021, el país solo logró $313 millones en este tipo de inversión, lo que lo colocó en el último peldaño con respecto a la subregión.

Este rezago está relacionado con el alto perfil de riesgo del país (arriba de 1,400 puntos, el tercero más alto de Latinoamérica), la falta de separación de poderes, la débil institucionalidad democrática, la interrogante sobre una reelección presidencial y sus implicaciones, enumera el economista. «A esto hay que sumarle que el país sigue sin contar con un plan económico donde se tenga claridad sobre cuáles son los aspectos principales que se van a potenciar. En un contexto como el que atraviesa El Salvador, donde la inversión privada en ocasiones tiende a caer, la inversión pública juega un papel dinamizador; lastimosamente, dada la situación financiera del gobierno, la inversión pública se ha convertido en una variable de ajuste», añade Castaneda sobre los problemas para potenciar el crecimiento del país.

El economista Rafael Lemus remarca la fuerte vinculación que existe entre la economía local y la de Estados Unidos, que está en plena desaceleración, con un crecimiento proyectado del 1.4 % por el FMI para este año. «Nosotros (El Salvador) estamos pegados con ellos por toda la parte de exportaciones, remesas, flujos de inversión. Entonces, es normal que toda la región, como justamente lo están pronosticando (el FMI) vaya a tener una desaceleración», contextualiza Lemus.

«El contagio es mundial: todo el mundo está entrando en desaceleración de crecimiento y también de inflación, es decir, el ritmo o la dinámica es menor en términos de crecimiento y de los precios y El Salvador replica ese fenómeno, pero, además, siempre las economías más pequeñas suelen replicar esos fenómenos con más elasticidad, es decir, les golpea más, son más volátiles, subrayó el analista.

Recomendados

Recientes