El bajo crecimiento en los depósitos afecta de manera directa la capacidad de la banca de aumentar sus reservas de liquidez.
«La mayor parte de la plata, los bancos la han invertido en títulos valores. Si se quisiera que el país reestableciera rápido esas reservas, digamos a un 18 %, que es un ratio más o menos aceptable, los bancos tendrían que dejar de invertir un 5 % de sus activos en títulos valores y eso pasarlo a reserva», valoró el economista Otto Rodríguez, consultado sobre las recomendaciones que recientemente hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI) a El Salvador y en un contexto donde los depósitos registraron al cierre de 2022 el segundo crecimiento más bajo en el quinquenio comprendido entre 2018 y 2022.
Que los bancos dejen de invertir, sin embargo, «es bien difícil, porque el Gobierno no tiene fuentes de financiamiento y prácticamente depende de que los bancos estén reinvirtiendo», agregó Rodríguez, «porque la inversión de la banca en títulos públicos es bastante alta.
Además, dijo, hay preocupación por parte del FMI por un alza en los retiros de depósitos en cuanto a que la banca no tendría suficientes reservas para atender esos retiros masivos.

A su juicio, lo más probable es que para este 2023, «y haciendo un gran esfuerzo», la reservas se puedan llevar hasta un 15 %, todavía alejado del 23 % que alcanzaron un año antes de la pandemia por covid-19.
Para el economista Rafael Lemus, por otra parte, responder rápidamente a requerimientos de liquidez bancaria solo suele suceder cuando los cambios responden a reformas legales o a cambios en las políticas estatales, «pero pedirles a los bancos que se recuperen en este contexto es bien difícil», señaló. Y con «este contexto» se refiere a la desaceleración económica, a las perspectivas de bajo crecimiento de la economía, a las probabilidades de que Estados Unidos sufra una recesión, a la inflación, a la caída de remesas, a la caída de las exportaciones.
Para Lemus, lo importante es mantener un equilibrio.
«Lo más importante es que se mantenga la estabilidad fiscal, real, producción y empleo y la estabilidad financiera: ese es un conjunto de la economía (…) Es bien complicado decir qué va a suceder en el 2023, pero con este contexto uno no puede augurar que va a marchar en su mejor desempeño, pero con que se mantenga la estabilidad ya es ganancia», declaró Lemus.